La importancia del placer, especialmente en el contexto de la sexualidad femenina, no puede subestimarse, considerando especialmente las actitudes históricamente despectivas o controladoras hacia él. Es sorprendente ver cuán a menudo se devalúa en los medios de comunicación. Lo que es aún más decepcionante es que gran parte de esta negatividad proviene de las propias mujeres. En lugar de apoyar y comprender las muchas formas en que las mujeres encuentran empoderamiento y placer, algunos artículos las tratan con sorprendente indiferencia.
Un tema que ha sido objeto de esta indiferencia es el masaje yoni, también conocido como masaje tántrico, masaje pélvico o simplemente lo que es: masaje vaginal. Es difícil ver a las mujeres sumándose al ruido que cuestiona o limita las elecciones de otras mujeres, especialmente en temas tan personales.
Creo que los siguientes puntos merecen consideración:
Derecho Fundamental al Placer: El placer es una experiencia humana fundamental. Al igual que buscamos alimentos que sepan bien, música que suene deliciosa o actividades que nos hagan felices, el placer sexual es una parte integral de la experiencia humana. Cada individuo, independientemente de su género, tiene el derecho de buscar y disfrutar del placer de las formas que sientan correctas y seguras para ellos.
Supresión Histórica del Placer Femenino: Históricamente, el placer femenino ha sido suprimido, malinterpretado o incluso vilipendiado en muchas culturas. Las actitudes despectivas hacia el masaje yoni pueden verse como una extensión de esta supresión. Las mujeres que reafirman y priorizan su placer están realizando un acto de autoafirmación y empoderamiento. Afirmar que el placer solo puede derivarse dentro de ciertos parámetros "aceptados" (como con una pareja) es restrictivo. Tales normas han limitado históricamente la agencia de las mujeres sobre sus cuerpos. Optar por buscar placer fuera de estos límites tradicionales, como a través del masaje yoni, puede ser una forma de desafiar y redefinir estas normas sociales.
Valor Terapéutico del Placer: El placer no se trata solo de gratificación inmediata. Experimentar placer libera endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo, y puede reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Aunque el masaje yoni puede proporcionar placer sensual directo, la relajación y el bienestar mental que le siguen son terapéuticos.
Intimidad con Uno Mismo: El masaje yoni, realizado por un profesional, ofrece un espacio donde las mujeres pueden centrarse únicamente en su placer sin las presiones o expectativas de reciprocidad. Esto puede permitir una intimidad más profunda consigo misma, comprender mejor el propio cuerpo y cultivar un fuerte sentido de autonomía corporal.
Deseo y placer por sí mismos
El concepto de disfrute o deseo, especialmente cuando se refiere a experiencias y elecciones personales, está profundamente arraigado en la autonomía. El deseo de disfrutar, sin una "necesidad" aparente, es una justificación válida en sí misma.
Considere estos aspectos:
Limitaciones del Argumento de "Necesidad": A menudo, las construcciones sociales dictan lo que se considera una "necesidad" frente a un "deseo". Estas construcciones, especialmente las relacionadas con los cuerpos y la sexualidad de las mujeres, históricamente han sido restrictivas. Al afirmar que el deseo solo es una justificación válida, desafiamos estas normas sociales arraigadas. Si todas las acciones humanas se basaran solo en la necesidad, muchos placeres de la vida se volverían redundantes. Arte, música, comida gourmet y otros muchos placeres existen principalmente debido al deseo, no a la necesidad. El masaje yoni, o cualquier otra forma de disfrute personal, puede ser perseguido por el puro placer de la experiencia, más que por una "necesidad" definida.
Autonomía del Deseo: Cada individuo posee el derecho inherente de buscar lo que les brinda alegría, comodidad o placer, siempre que no perjudique a otros. Este principio es fundamental para la autonomía personal y los derechos individuales. Justificar las elecciones basadas en una "necesidad" aceptada o externa socava esta autonomía. El deseo es una emoción humana primaria, al igual que la felicidad, la tristeza o la ira. Impulsa una amplia gama de comportamientos humanos, desde la comida que comemos hasta los pasatiempos que perseguimos. No hay razón para que el deseo, especialmente en relación con el propio cuerpo y las experiencias, deba ser sometido a un microscopio de justificación.
Validez de la Experiencia Subjetiva: Las experiencias, deseos y necesidades de cada individuo son subjetivos. Lo que podría ser un simple deseo para uno podría ser una necesidad para otro. Por lo tanto, imponer una métrica universal de lo que necesita justificación puede ser reductivo e invalidante. Perseguir algo por puro deseo puede abrir nuevos horizontes de comprensión, experiencias y autoconciencia. Ya sea viajar a un nuevo lugar, probar un nuevo pasatiempo o explorar el masaje yoni, estas experiencias impulsadas puramente por el placer pueden ser profundamente transformadoras.
La búsqueda del placer por sí mismo no solo es válida, sino fundamental para la experiencia humana. La necesidad de justificar las elecciones personales basadas en una "necesidad" definida externamente puede ser limitante e incluso opresiva. Aceptar el deseo como una razón válida en sí misma es un paso hacia una mayor autonomía y autoaceptación.
¿Por qué no hacerlo tú misma?
La insistencia en que la masturbación (o el sexo con una pareja) cumple el mismo propósito pasa por alto varios puntos importantes:
Estimulación física vs. psicológica: Centrarse principalmente en los aspectos físicos del placer sexual no abarca todo el espectro de la sexualidad humana. Mientras que la autoestimulación o la estimulación por parte de una pareja pueden ofrecer placer físico, los masajes yoni a menudo entrelazan lo físico con lo psicológico y emocional. Las manos de un profesional capacitado pueden ayudar a las mujeres a superar traumas pasados, problemas de imagen corporal o incluso estigmas sociales profundamente arraigados relacionados con la sexualidad femenina.
La experiencia importa: A menudo se busca la habilidad y el conocimiento de un profesional porque ofrecen una experiencia que una persona sin entrenamiento simplemente no tiene. De manera similar, un practicante de masaje yoni capacitado está equipado con técnicas y conocimientos para proporcionar de manera segura y respetuosa una experiencia que muchos quizás no puedan replicar.
Diversidad sexual: La sexualidad es un espectro que varía ampliamente entre individuos. Aunque muchas mujeres podrían no alcanzar el orgasmo solo con el coito, es una simplificación excesiva asumir que los masajes yoni se buscan puramente por insatisfacción sexual. Muchas mujeres, independientemente de sus niveles de satisfacción sexual, podrían sentirse atraídas por la práctica por curiosidad, el deseo de una experiencia única o incluso por razones terapéuticas más allá del dominio sexual.
Enfoques holísticos para la salud sexual: La medicina moderna a menudo promueve un enfoque holístico de la salud, considerando tanto el bienestar mental como el físico. Para algunas personas, el masaje yoni puede ser una práctica holística, proporcionando no solo beneficios físicos sino también emocionales y psicológicos. Vale la pena considerar cómo prácticas como estas pueden integrarse o reconocerse en el discurso médico más amplio sobre la salud sexual.
No hay necesidad de justificar tu disfrute
El masaje yoni, como cualquier otra forma de masaje o toque terapéutico, puede ser valorado por sus beneficios fisiológicos tangibles sin profundizar en ninguna justificación espiritual o de la nueva era. La práctica puede sostenerse por sí misma como una herramienta para la relajación, el bienestar físico y la conexión emocional.
Beneficios físicos: En su esencia, el masaje yoni puede ser visto como un tipo de masaje terapéutico. Como cualquier otro masaje, se centra en la relajación muscular, el aumento del flujo sanguíneo y la rejuvenecimiento físico. La zona genital, como otras partes del cuerpo, puede beneficiarse de estos aspectos físicos del masaje, especialmente dada la sensibilidad y concentración de terminaciones nerviosas.
Liberación emocional: Cualquier tipo de masaje, no solo el masaje yoni, puede llevar a una liberación emocional. El tacto es una experiencia humana poderosa. Puede llevar a sentimientos de conexión, relajación y, a veces, incluso sacar emociones reprimidas. Esto es cierto para un masaje en el cuello, un masaje en la espalda o un masaje yoni. No hay necesidad de invocar una retórica espiritual; la respuesta fisiológica del cuerpo al tacto es un fenómeno bien documentado.
Empoderamiento y autonomía: Elegir recibir un masaje yoni puede ser una declaración de empoderamiento y autonomía sobre el propio cuerpo. Esta decisión no necesita ser justificada por creencias espirituales, sino que puede estar arraigada en la agencia personal y el deseo de una experiencia terapéutica única.
Una forma de autocuidado: Muchas prácticas de autocuidado, desde faciales hasta masajes de pies, son valoradas por sus beneficios de relajación y rejuvenecimiento. El masaje yoni puede ser visto bajo la misma luz: una práctica de autocuidado y mimo personal sin connotaciones espirituales adjuntas.
La conclusión climática
El placer no es solo un lujo sino una parte esencial del bienestar humano. Las mujeres tienen el derecho de buscar y disfrutar del placer en sus propios términos. Desestimar o minimizar esta búsqueda ignora el valor multifacético e importancia del placer en la vida humana.
Al igual que otros servicios por los que pagamos, ya sea un día relajante en el spa, un viaje al cine o una comida gourmet, todos esencialmente se tratan de obtener placer. ¿Por qué debería verse el masaje yoni, que ofrece placer táctil y relajación, de manera diferente?
En resumidas cuentas: Los orgasmos mejoran la vida. Un buen masaje en el coño es increíble, y el placer por sí solo es una razón válida para disfrutarlo.